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«En esta novela se entrecruzan los destinos de una mujer que a punto de suicidarse se detiene al pensar que no ha visto el Taj Mahal, de un hombre sometido a una operación del corazón que al salir del hospital descubre que ha dejado de ser el autómata que era, de una joven descuartizada que deambula como alma sin rumbo y de un sicario caníbal, dueño y señor de legiones que habitan en su interior.»
«Ana Clavel pone en evidencia nuevamente su talento, conocimiento y sensibilidad al
realizar un profundo y entretenido análisis histórico y cultural del fenómeno y mito de
la ninfa en las artes y la literatura. Territorio Lolita es un paseo fascinante por el
deseo, morbo y voluptuosidad que provoca uno de los últimos tabús.»
"Naief Yehya"
«Cuánta razón tenía el poeta que dijo que la culpa es mágica. Si miro este cuaderno boscoso con sus enramadas, claros de luz, lobos, caperucitas, canastas de comida y toda su hambre, no puedo dejar de reconocer todo lo que se urdió a la sombra redentora de sus pecados en flor.»
En CorazoNadas, libro de minificciones, Ana Clavel nos muestra cuánto corazón hemos ido acumulando, el de las guerras floridas y la noche boca arriba cortazariana, el de la Alicia y la reina cruel, el delatador de Poe bajo la duela, el corazón de las tinieblas de un Conrad imprescindible, el corazón que es un cazador solitario en la extraordinaria novela de Carson Mc Cullers, el cazador que debe llevar a la envidiosa reina el corazón de Blanca Nieves, o el que busca en la tierra de Oz el hombre de hojalata; claro el del dinosaurio monterrosiano que no podía faltar. Referentes con los que uno navega en complicidad con la autora, surfeadora maestra que nos lleva en la cresta de la ola y luego permite que la espuma del humor nos devuelva a tierra. Mónica Lavín
Decía el poeta Paul Valéry que "no hay nada más profundo que la piel". Ada lo sabe porque lo ha experimentado en carne propia. Saberlo la hace dueña de una marca de identidad: todas las mujeres que se abren a la flor de su propio erotismo, que lo indagan en sus diferentes formas, y lo asumen con todos sus riesgos, son en realidad auténticas diosas. Como las ninfas, esas deidades de la antigüedad, plenas de gracia, hedonismo y también crueldad, que manan como fuentes y a veces comparten el misterio de su sonrisa carnal.
Los cuentos de Ana Clavel hablan del escritor al margen de cualquier calificativo genérico con que pudiera connotarse al sustantivo. Ana Clavel avanza en el desarrollo de sus anécdotas sin imprimirles a éstas, de manera preconcebida, un enfoque o matiz femenino, lo cual desde ahí hace ya singulares a sus relatos: ella como escritora, se mueve lo mismo utilizando la óptica del hombre, que la de la mujer.
“No hay laberinto más intrincado que el corazón de un hombre.”
Giotto, no el famoso pintor italiano sino un hábil dibujante de sombras, es tomado como aprendiz por Johann Kaspar Lavater, un pastor protestante del siglo XVIII.
tomado como aprendiz por Johann Kaspar Lavater, un pastor protestante del siglo XVIII. El joven da muestras de su talento para revelar, con trazos, la personalidad del rostro que dibuja. Esto se convierte en la obsesión de su protector, quien tratará de evitar que su ayudante se desvíe del camino de la pureza.
“La violación comienza con la mirada”
Julián Mercader es un hombre sumido en los abismos de una pasión: el deseo por su hija Violeta. Buscando sublimar sus obsesiones y evitar la catástrofe de la culpa, crea una serie de muñecas púberes, las Violetas.
Al presentarlas en una feria internacional, las Violetas empiezan a encarnar las fantasías de numerosos clientes que las encargan sobre pedido y con características que muchos llamarían, por decir lo menos, extravagantes.
“Somos cuerpos encarcelados por nuestras mentes. Sólo cuando el deseo se abre paso florecemos…”
Una mañana, Antonia despierta transformada en un hombre: Antón. ¿Cómo enfrentar la vida en semejante estado? Dotada de un innegable atributo viril, tendrá que iniciarse en rituales y formas de la masculinidad: conquista de mujeres, complicidad con otros hombres, visitas a cantinas y table dance…
Un deseo que se pide con vehemencia es peligroso: puede hacerse realidad.
Soledad se refugia en el Castillo de Chapultepec y desde ahí contempla la ciudad; la tentación del suicidio la enfrentará a ser dueña de su propia muerte… recorre la avenida Reforma y dialoga con sus héroes de bronce… en las entrañas del Palacio de Bellas Artes descubre los vestigios de un mundo subterráneo que tiende puentes con la ciudad prehispánica y colonial… enfrenta una Ciudad de México mágica, terrible y deslumbrante, llena de personajes híbridos y alucinantes.
A la sombra de los deseos en flor. Ensayos sobre la fuerza metamórfica del deseo es una serie de trabajos que giran en torno al tema de las metamorfosis del género humano, cuyo impulso radica en el deseo.
Ana Clavel se adentra en los personajes que han surgido en la literatura de diversos tiempos y lugares y cuya característica es la transmutación o el cambio de sexo: Herculine Barbin, dueña de una inocencia que hace de la masculinidad una largamente ignorada verdad y una sorpresa dolorosa; el exitoso y apasionado Orlando en todos sus tiempos, lugares y avatares, que conoció el deseo de ambas condiciones sexuales, igual que Tiresias; Perceval, quien logró trascender toda frontera de clases, de tiempos y lugares, y luchó toda su vida por atravesar la frontera divina.
Todos tenemos un Paraíso y cada quien su ruta para llegar a él.
Historias de mujeres que tienen al mar como amante; hombres que se aman violentamente; niñas que son mujeres… Cuentos que nos retan a mirar de frente nuestros verdaderos deseos, a través de personajes que apuestan todo a su paraíso personal y terrenal.
Los cuentos de Amorosos de atar trascienden con mucho los engañosos límites del estudio sobre el amor y la sexualidad. La prosa con que Ana Clavel ha construido este volumen poblado de líneas de fuga comprueba la madurez de una narradora que no se ha permitido nunca concesiones, pues lo que busca es el enfrentamiento directo entre las pasiones desnudas y la lucidez de su análisis. Pero también, entre el juego dramático de atar cabos argumentales –no siempre solemnes—y el de atar las palabras, el lenguaje con la mayor belleza y precisión posibles.
Los cuentos de Ana Clavel hablan del escritor al margen de cualquier calificativo genérico con que pudiera connotarse al sustantivo. Ana Clavel avanza en el desarrollo de sus anécdotas sin imprimirles a éstas, de manera preconcebida, un enfoque o matiz femenino, lo cual desde ahí hace ya singulares a sus relatos: ella como escritora, se mueve lo mismo utilizando la óptica del hombre, que la de la mujer. Pero eso, que en el caso de Clavel de ninguna manera es lo más importante, ayuda a destacar los valores indudables que se encuentran en este primer libro de la escritora: cuentos en donde lo que más destaca es la capacidad para asimilar y describir los ambientes turbios, confusos, caóticos, de una ciudad poblada siempre por personajes para los cuales la vida es cotidianamente una dura experiencia. Sergio González Montero, supl. Sábado de Unomásuno