“Somos cuerpos encarcelados por nuestras mentes. Sólo cuando el deseo se abre paso florecemos…”
Una mañana, Antonia despierta transformada en un hombre: Antón. ¿Cómo enfrentar la vida en semejante estado? Dotada de un innegable atributo viril, tendrá que iniciarse en rituales y formas de la masculinidad: conquista de mujeres, complicidad con otros hombres, visitas a cantinas y table dance…
También frecuenta los baños públicos masculinos, cuyos mingitorios le revelan una transfiguración oculta: formas sensuales, caderas, rostros, bocas de voluptuosidad desconcertante…
Abierta a su propia y diversa sexualidad, Antonia se preguntará si ser hombre o ser mujer no tendrá que ver con una suerte de actuación, un disfraz. Si la identidad no empieza, más bien, por debo de la piel.
La novela presenta inquietantes fotografías e imágenes de un mundo raramente visitado por el sexo femenino.
Yo quiero ese libro ¿dónde se consigue?
Hace muy poco lo vi en Gandhi de Miguel Angel, en El Péndulo de la Roma, en la librería del FCE de Condesa. Saludos cordiales, Antonio.